Despertar una mañana de lluvia
en la calma de una mente silenciosa.
El cielo está gris, cubierto de nubes
la mente vacía, como una explanada de hierba.
La respiración es una cometa
libre en el viento
sin cordel, sin carrete, sin manos
un soplido de hebras verdes y de hojas
que canta entre los pájaros.
Al respirar, el universo se contrae
y libera la distancia que guarda
dando forma al tiempo.
El sueño mira a los límites
allí donde la realidad se extingue
donde las fronteras se diluyen como azúcar
abre paso al vacío.
No hay más fuerza que el silencio:
las montañas crujen bajo su peso
rogando ser arena
las gotas de lluvia miran al océano
y olvidan que saben volar.
El silencio es un arma cargada de pasión
el silencio es el relieve del futuro.
Como el movimiento de las ramas de los sauces
hay un rincón donde las ideas se deforman
se diluyen, como azúcar
y dejan a la mente sola
respirando su silencio
su copa gastada y vacía
su blanca explanada de lluvia
sus brazos de plumas al contraste con el cielo.
–Koh Tao, Tailandia - 17/05/2024
Ya me siento allí